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Ya hace bastante tiempo que no participo en el foro. La razón es que estoy inmersa en un mundo que, incluso a mí, como psíquica (creo que algunos ya me conocéis) me está sorprendiendo.
Os lo cuento y me gustaría saber vuestra opinión: ¿autosugestión o realidad mágica? Al final, añado algunas anécdotas de última hora. Sé que es un poco extenso, pero creo que merece la pena.
Cuando me encontré la primera vez con estas figuras, percibí tal cantidad e intensidad de energía, de positividadad y de bondad, que pensé que se debía exclusivamente a mi condición de psíquica.
Una vez informada de que su destino era el de ayudar a las personas, decidí que tenía que hacérselas llegar a cuantos pudieran necesitarlas.
Y es que las figuras xxx (omito el nombre porque tengo una tienda y no quiero que se me acuse de publicidad ) son verdaderamente asombrosas por varias razones:
1.- Están transformadas de tal manera que enlazan directamente con un único destinatario. Podríamos decir que le eligen, que contactan de alguna forma incomprensible con sus miedos, sus sufrimientos, sus frustraciones, para reconfortarle, para ayudarle. Para absorber esa parte de negatividad que nos traemos adosada por los efectos de las innumerables batallas de la vida diaria.
2.- Puesto que están tratadas artesanalmente, nunca encontrarás dos iguales. Tal vez ese sea uno de sus muchos secretos: una sola figura para una sola persona elegida.
3.- No tengo más remedio que mantener el deseo de anonimato de quien las transforma e impregna de una bondad y una energía positiva que contagia a sus dueños, de tal manera que pareciera que son algo más que simples figuras... pero es que son mucho más que figuras.
Y las extraordinarias historias que las rodean en la actualidad, a ellas y a quienes las tienen en sus hogares, siguen llamándome la atención a pesar de que se repiten una y otra vez.
Vienen ya desde la Semana Gótica, en la que tuvimos un stand. Allí, por ejemplo, se nos presentó María (todos los nombres son ficticios), una señora que vivía prácticamente en la misma plaza y que nos había visto en uno de los múltiples reportajes que, por televisión, habían emitido sobre este fenómeno de alcance verdaderamente increíble.
Se dirigió decidida al stand acompañada de dos amigas, a las que dejó unos pasos atrás. Se informó sobre las peculiaridades de las gyc y volvió sobre sus pasos.
Después de unos minutos de charla, volvió al stand y eligió una de las figuras.
Cuando se la estaba envolviendo le comenté que todas tienen una etiqueta en la que figura un nombre y un número y que, en ocasiones, guardan un especial significado para quienes se las llevan.
Al acabar de leérselo, dió un paso atrás y empezó a sollozar. Una vez se hubo tranquilizado me contó su historia:
"Desde hace tiempo siento que mi madre, ya fallecida, se encuentra a mi lado, aunque tengo las dudas lógicas. Sin embargo, en los últimos días creo oir su voz advirtiéndome de que pronto me daría una prueba.
Ví un reportaje sobre las figuras en televisión y me sentí impelida a bajar y ver.
No sé por qué elegí esta figura, porque la verdad es que otras me llamaban la atención con más intensidad, pero el caso es que me sentí obligada a elegir ésta, ésta cuya etiqueta tiene el nombre de mi madre y cuyo número coincide con el día de su fallecimiento".
Cuando la cogió entre sus brazos se le transformó el semblante y me dijo: "estoy sintiendo un calor increíble, entrañable".
Y se marchó con sus amigas, una de las cuales, tras unos segundos de conversación, se acercó al stand y se interesó por el nombre y la cifra de otra figura. Y se quedó con el mismo asombro cuando comprobó que el nombre coincidía con el sobrenombre que le daban a su madre, y la fecha con su edad actual.
¿Es necesario decir que se la llevó?
Al día siguiente, María volvió acompañada por su marido y por su hija y se llevaron una para cada uno de los dos, admirados de los efectos que había conseguido la figura con María: se encontraba tranquila y reconfortada.
Pero hay más.
Lola, vidente y tarotista, me llamó dos días después de habérsela llevado para contarme que había comprobado, que tanto la profundidad como la amplitud de su campo de videncia habían aumentado sustancialmente.
Lo mismo que le había sucedido a Juana, vidente y sanadora, a la que, además, se le había llenado la consulta.
Julio llevaba varios años con muchos problemas para dormir en condiciones. Dos días después de llevarse una de las figuras, se personó en el stand para contarme que acababa de dormir de un tirón la noche anterior.
Cuando dicen que ls figuras te eligen a tí, puede parecer una broma pero es que son muchos, muchísimos los casos en los que los visitantes se quedan sorprendidos cuando comprueban que el nombre y el número (que cada figura gyc lleva cosido en una etiqueta) coinciden curiosamente con alguien próximo a su entorno: el nombre de su padre, o el suyo propio, la fecha de nacimiento, etc.
Puede que dos de los casos más curiosos sean éstos que os relato sucintamente a continuación
Miguel se interesó por el nombre de una de las figuras, nombre que resultó ser un galimatías casi impronunciable, para mí... pero no para él: se trataba de su nombre traducido al arameo. Miguel era profesor de lenguas muertas.
Juanjo se encontraba trabajando en el equipo de producción de los conciertos de El Canto del Loco.
Se presentó en el stand junto con otra media docena de "compinches".
Nada más ver el panorama empezó el jolgorio. Se lo estaban pasando bomba.
Cuando le comenté que te elegían y le propuse leerle el nombre de aquella que le resultara más atrayente, estuvo de acuerdo y eligió una.
Le dije el nombre y se quedó de piedra: "pero si es el nombre de la única cosa que quiero en este mundo, mi gato".
Sólo añadiros un par de detalles:
1.- Juan Marsella (seguro que todos le conocéis) se pasó por la Semana y se quedó de piedra. Aún lo está investigando.
2.- Tengo más de 30 testimonios de gente (de toda edad y condición) que aseguran que:
a.- las figuras cambian de aspecto, de postura y de sitio.
b.- fue llevárselas y las cosas se les han ido arreglando.
Estoy dispuesta a que sometáis a estudio este fenómeno, porque a mí me sobrepasa.
Un saludo.
Os lo cuento y me gustaría saber vuestra opinión: ¿autosugestión o realidad mágica? Al final, añado algunas anécdotas de última hora. Sé que es un poco extenso, pero creo que merece la pena.
Cuando me encontré la primera vez con estas figuras, percibí tal cantidad e intensidad de energía, de positividadad y de bondad, que pensé que se debía exclusivamente a mi condición de psíquica.
Una vez informada de que su destino era el de ayudar a las personas, decidí que tenía que hacérselas llegar a cuantos pudieran necesitarlas.
Y es que las figuras xxx (omito el nombre porque tengo una tienda y no quiero que se me acuse de publicidad ) son verdaderamente asombrosas por varias razones:
1.- Están transformadas de tal manera que enlazan directamente con un único destinatario. Podríamos decir que le eligen, que contactan de alguna forma incomprensible con sus miedos, sus sufrimientos, sus frustraciones, para reconfortarle, para ayudarle. Para absorber esa parte de negatividad que nos traemos adosada por los efectos de las innumerables batallas de la vida diaria.
2.- Puesto que están tratadas artesanalmente, nunca encontrarás dos iguales. Tal vez ese sea uno de sus muchos secretos: una sola figura para una sola persona elegida.
3.- No tengo más remedio que mantener el deseo de anonimato de quien las transforma e impregna de una bondad y una energía positiva que contagia a sus dueños, de tal manera que pareciera que son algo más que simples figuras... pero es que son mucho más que figuras.
Y las extraordinarias historias que las rodean en la actualidad, a ellas y a quienes las tienen en sus hogares, siguen llamándome la atención a pesar de que se repiten una y otra vez.
Vienen ya desde la Semana Gótica, en la que tuvimos un stand. Allí, por ejemplo, se nos presentó María (todos los nombres son ficticios), una señora que vivía prácticamente en la misma plaza y que nos había visto en uno de los múltiples reportajes que, por televisión, habían emitido sobre este fenómeno de alcance verdaderamente increíble.
Se dirigió decidida al stand acompañada de dos amigas, a las que dejó unos pasos atrás. Se informó sobre las peculiaridades de las gyc y volvió sobre sus pasos.
Después de unos minutos de charla, volvió al stand y eligió una de las figuras.
Cuando se la estaba envolviendo le comenté que todas tienen una etiqueta en la que figura un nombre y un número y que, en ocasiones, guardan un especial significado para quienes se las llevan.
Al acabar de leérselo, dió un paso atrás y empezó a sollozar. Una vez se hubo tranquilizado me contó su historia:
"Desde hace tiempo siento que mi madre, ya fallecida, se encuentra a mi lado, aunque tengo las dudas lógicas. Sin embargo, en los últimos días creo oir su voz advirtiéndome de que pronto me daría una prueba.
Ví un reportaje sobre las figuras en televisión y me sentí impelida a bajar y ver.
No sé por qué elegí esta figura, porque la verdad es que otras me llamaban la atención con más intensidad, pero el caso es que me sentí obligada a elegir ésta, ésta cuya etiqueta tiene el nombre de mi madre y cuyo número coincide con el día de su fallecimiento".
Cuando la cogió entre sus brazos se le transformó el semblante y me dijo: "estoy sintiendo un calor increíble, entrañable".
Y se marchó con sus amigas, una de las cuales, tras unos segundos de conversación, se acercó al stand y se interesó por el nombre y la cifra de otra figura. Y se quedó con el mismo asombro cuando comprobó que el nombre coincidía con el sobrenombre que le daban a su madre, y la fecha con su edad actual.
¿Es necesario decir que se la llevó?
Al día siguiente, María volvió acompañada por su marido y por su hija y se llevaron una para cada uno de los dos, admirados de los efectos que había conseguido la figura con María: se encontraba tranquila y reconfortada.
Pero hay más.
Lola, vidente y tarotista, me llamó dos días después de habérsela llevado para contarme que había comprobado, que tanto la profundidad como la amplitud de su campo de videncia habían aumentado sustancialmente.
Lo mismo que le había sucedido a Juana, vidente y sanadora, a la que, además, se le había llenado la consulta.
Julio llevaba varios años con muchos problemas para dormir en condiciones. Dos días después de llevarse una de las figuras, se personó en el stand para contarme que acababa de dormir de un tirón la noche anterior.
Cuando dicen que ls figuras te eligen a tí, puede parecer una broma pero es que son muchos, muchísimos los casos en los que los visitantes se quedan sorprendidos cuando comprueban que el nombre y el número (que cada figura gyc lleva cosido en una etiqueta) coinciden curiosamente con alguien próximo a su entorno: el nombre de su padre, o el suyo propio, la fecha de nacimiento, etc.
Puede que dos de los casos más curiosos sean éstos que os relato sucintamente a continuación
Miguel se interesó por el nombre de una de las figuras, nombre que resultó ser un galimatías casi impronunciable, para mí... pero no para él: se trataba de su nombre traducido al arameo. Miguel era profesor de lenguas muertas.
Juanjo se encontraba trabajando en el equipo de producción de los conciertos de El Canto del Loco.
Se presentó en el stand junto con otra media docena de "compinches".
Nada más ver el panorama empezó el jolgorio. Se lo estaban pasando bomba.
Cuando le comenté que te elegían y le propuse leerle el nombre de aquella que le resultara más atrayente, estuvo de acuerdo y eligió una.
Le dije el nombre y se quedó de piedra: "pero si es el nombre de la única cosa que quiero en este mundo, mi gato".
Sólo añadiros un par de detalles:
1.- Juan Marsella (seguro que todos le conocéis) se pasó por la Semana y se quedó de piedra. Aún lo está investigando.
2.- Tengo más de 30 testimonios de gente (de toda edad y condición) que aseguran que:
a.- las figuras cambian de aspecto, de postura y de sitio.
b.- fue llevárselas y las cosas se les han ido arreglando.
Estoy dispuesta a que sometáis a estudio este fenómeno, porque a mí me sobrepasa.
Un saludo.
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