No hay que pensar mucho para adivinar cual sería el trofeo más preciado por cualquier ejercito de cualquier pais.
Capturar una nave de origen extraterestre. Este daría muchas pistas sobre como fabricar nuevos materiales, armamento, naves, etc... dando así no solamente superioridad táctica sobre cualquier enemigo, sino tambien obtención de datos para, en caso de invasión, saber como poder derribar estas naves.
No es de extrañar que, prácticamente todos los ejercitos, tengan orden de "interceptar, sin disparar" a cualquier objeto que penetre en su espacio aereo o cuando se produzca un encuentro fortuito.
Aunque se intente ocultar estos encuentros, hay testimonios procedentes de fuentes de "primera clase", sobre persecuciones entre aviones de las fuerzas aereas de distintos paises y objetos voladores no identificados...
Los encuentros :
Caso 1 :
Finalizando el año 1972, mientras el capitán Richard Bowers realizaba las maniobras de regreso a la base aérea con su interceptor F-100 Super Sabre a 43.000 pies de altura al norte de Fayetteville (Carolina del Norte) tras unos ejercicios de vuelo, la torre de control de la base le advirtió de que alguien le venía pisando los talones, sugiriendole que podía tratarse de un piloto privado. Bowers quedó sorprendido, ya que a ningún piloto de avioneta se le ocurriría volar a esa altura.
Al mirar hacia atrás, el capitán Bowers pudo ver un resplandor rojizo, entonces decidió girar su caza hacia la derecha para poder observarlo más directamente. El piloto de la USAF quedó impresionado al ver un objeto con unas dimensiones parecidas a las de su caza, sólo que era circular y despedía una extraña luz roja.
El caza trató en vano de esquivar al intruso, que parecía no tener intención alguna de despegarse de él.
Durante diecisiete minutos, el capitán R. Bowers intentó desacerse del objeto no identificado ejecutando maniobras de evasión que desde la guerra de Vietnam no había vuelto a utilizar: virajes, picados, etc... sin lograrlo. Sólo cuando el OVNI se cansó de aquel juego, este se alejó vertiginosamente.
Con sus reservas de combustible casi agotadas, el capitán Bowers pudo aterrizar en la base. Su primera acción en tierra consistió en dirigirse a la oficina del Jefe de escuadrón para comentarle que los OVNI's eran algo real, que posiblemente eran hostiles, y que la USAF debía hacer algo para garantizar la seguridad del territorio y de sus pilotos.
Tiempo después fue transferido a una base militar en el oeste de EE.UU. y más tarde dado de baja del servicio en activo. Bowers falleció en 1977, convencido de que la fuerza aérea conocía de sobra la naturaleza del objeto que le había atormentado aquella tarde en Carolina del Norte.
Caso 2 :
A finales de julio de 1975, el comandante William B. Royce realizaba un vuelo de entrenamiento con un cadete a bordo de un T-37 sobre la base de la fuerza aérea estadounidense en el desierto de Mojave, cerca de Chandler. Royce estaba centrado en enseñar al futuro piloto en cómo alinear el avión con la pista de aterrizaje, situada esta a unos ocho kilómetros de distancia, cuando súbitamente, un objeto de color anaranjado apareció de la nada y pasó al T-37.
Inmediatamente, el cadete comentó a su comandante de la falta de cortesía del otro piloto, pero Royce tomó el control del T-37 y ejecutó una rápida maniobra evasiva, advirtiendo a su estudiante de que "ese objeto no es de los nuestros".
Pasado el primer susto y a pesar de que su avión de entrenamiento carecía de armas, el comandante decidió perseguir al objeto, pensando que sería posible alcanzar al intruso sin problemas. Al situarse a cuatro mil pies de distancia de su objetivo y a una velocidad de 600 km/h, Royce y su acompañante observaron que se trataba de un objeto con forma de platillo, de color rojo-anaranjado, con una especie de hendidura que podía ser una puerta o ventanilla.
Decidido Royce a acercarse más al objeto, este ascendió rápidamente, alejándose del avión de entrenamiento.
Al regresar ambos a la base, decidieron no comentar nada de lo sucedido sobre su encuentro con el objeto en cuestión.
Tiempo más tarde, William B. Royce le comentaría al escritor R. Drake: "Sé de un piloto que consiguió volar en paralelo con un OVNI y llegó a distinguir ventanillas en él... algunos de los muchachos piensan que estos intrusos provienen del espacio exterior".
Caso 3 :
El 11 de Noviembre de 1979, el Supercaravelle de la Compañía Aérea TAE comenzó a recibir una extraña señal de socorro por el canal de emergencia, señal que procedía de un punto situado a unas 40 millas al noreste de Valencia, justo en la trayectoria de vuelo del avión.
El comandante apagó las luces del habitáculo para prestar mayor atención al exterior y fue el mecánico del avión, Francisco Javier Rodríguez quien primero pudo divisar dos extrañas luces rojas a la izquierda del avión. Aquellas potentes luces parecían haber salido de la nada y se dirigían con celeridad hacia el avión.
La tripulación consultó a Control Barcelona, para tratar de saber si aquellas luces correspondian a las de algún tráfico identificado. La respuesta recibida desde Control Barcelona fue rotunda: "Negativo, no hay ningún tráfico notificado".
Después de varias maniobras para intentar apartarse de la taryectoria del objeto no identificado, este siguió "jugando" con el Supercaravelle, obligando al comandante de la aeronave, J. Lerdo de Tejada, a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia).
Instantes despues, el capitán Fernando Cámara despegaba de la base aérea de Los Llanos (Albacete) a bordo de un caza Mirage F-1 del ejército español con la orden de interceptar el objeto.
Pocos minutos después, localizó "la luz" pero a pesar de volar a 1.000 kilómetros por hora, no conseguía disminuir la distancia con aquel objeto.
Al llegar a Valencia, F. Cámara solicitó acelerar hasta 1.4 Mach. Era la única forma de disminuir la distancia entre aquellas misteriosas luces y el caza de combate. Fue entonces cuando distinguió una forma tronco-cónica de la que emanaba la luz. El capitán notó interferencias.
Aquel objeto no daba señal en infrarrojos, es decir, debía de propulsarse por alguna energía desconocida.
Tras una hora y media de persecución estéril y a riesgo de no tener suficiente combustible, Cámara puso rumbo a la base sin poder acercarse a las extrañas luces.
Objetivo: ovni
Sin embargo, la teórica superioridad de los objetos no identificados no es absoluta; ha salido a la luz testimonios de pilotos que afirman haber alcanzado un objeto no identificado con su armamento:
En el mes de febrero del año 2001 un objeto rojo, ovalado y de grandes dimensiones, cuya cubierta superior se asemejaba "a las torres de un gran castillo oscuro", sobrevoló la población de Collaroy en Nueva Gales del Sur (Australia) emitiendo, según los testigos, un ruido ensordecedor "parecido al de cien motocicletas arrancando a la vez" antes de perderse en dirección al mar.
La fuerza aérea australiana informó que cuatro objetos, cuya descripción coincidía con la del objeto visto en Collaroy, habían sido detectados horas antes sobre la ciudad de Darwin, en el extremo norte del continente australiano. Esta detección por los radares de los objetos produjo la salida de cinco cazas de la RAAF con la orden de "interceptar, pero sin disparar", sólo que en esta oportunidad las reglas del juego cambiarían un poco.
Los cazas de la RAAF pudieron acercarse lo suficiente a los cuatro objetos, tanto que los pilotos llegaron a observar que estos giraban sobre sus bases al desplazarse y tenían forma semisférica, rematada con una pequeña torreta superior.
El informe de la fuerza aérea australiana exponía que uno de los cuatro intrusos llegó a volar en paralelo con uno de los cazas, avanzando a la misma velocidad antes de "saltar" sobre el avión para ocupar su retaguardia. Fue entonces cuando se produjo el momento más delicado del encuentro entre los aparatos bélicos de nuestro mundo y los extraños objetos voladores, pues uno de los cazas disparó una ráfaga de su ametralladora contra uno de los OVNI sin producirle, aparentemente, ningún daño.
La persecución OVNI continuó en dirección sur, pero los aviones de guerra se vieron obligados a desviarse hacia la base aérea Richmond para repostar combustible. Fue horas más tarde cuando los vecinos de Collaroy presenciaron la llegada del "ruidoso" objeto. ¿Se trataba de un vehículo averiado?.
Al día siguiente, los vecinos de la localidad de Collaroy, observaron como aviones de la fuerza aérea australiana sobrevolaban la zona repetidamente y a un enorme avión de carga volar, a una velocidad y altura considerablemente baja sobre la región, con sus compuertas de carga abiertas, como buscando algo.
Armas del futuro
El sargento Clifford Stone, contribuyente del destape OVNI, manifiesta no estar en absoluto sorprendido por estos relatos: "estas naves (los Ovni's) no representan una tecnología infalible, pues es creada por criaturas tan falibles como nosotros mismos".
En pleno apogeo de la carrera espacial y de la guerra fría, la cúpula militar estadounidense diseñó varios sistemas para la detección de objetos procedentes del espacio exterior, y elementos del programa de Iniciativa de Defensa Espacial (SDI) con el propósito de repeler amenazas provenientes del espacio.
El pretexto esgrimido por los EEUU en aquella época era el de "ganar a los rusos", pero en realidad no había rusos en la Luna ni en ningún otro punto del espacio, aún así, los ordenadores del Pentágono ya habían asignado símbolos para posibles emplazamientos militares en la Luna y en cualquier punto de la órbita terrestre donde fuese necesario ubicar armamento bélico.
En 1985, el Departamento de Energía de los Estados Unidos culminó con éxito su experimento de energía dirigida denominado MIRACL (Laser Quimico Avanzado Infrarrojo de Medio Rango), que destruyó exitosamente un lanzador de proyectiles balísticos.
Más tarde los EE.UU. logró detonar el explosivo de una ojiva nuclear, mediante la irradiación con un haz de protones de alta intensidad al interior de una ojiva simulada.
En abril de 1989 se probó con éxito el Láser Químico Alfa, principal candidato para un posible arma de rayos de uso espacial.
Actualmente, y bajo la supervisión del SDI se está desarrollando el Lanzador Electromagnético Thunderbolt o "cañón electromagnético", con la capacidad de disparar proyectiles a una velocidad de 15 kilómetros por segundo.
El Dr. Greer durante una ponencia sobre la militarización del espacio y los proyectos sobre sistemas antimisiles, comentó que "se nos ha informado de que el programa de la Guerra de las Galaxias (Star Wars) realmente tiene por mira encubrir el desarrollo de un sistema bélico diseñado para rastrear y destruir aparatos de procedencia extraterrestres mientras que estos se acercan a la tierra o penetran nuestra atmósfera".
Capturar una nave de origen extraterestre. Este daría muchas pistas sobre como fabricar nuevos materiales, armamento, naves, etc... dando así no solamente superioridad táctica sobre cualquier enemigo, sino tambien obtención de datos para, en caso de invasión, saber como poder derribar estas naves.
No es de extrañar que, prácticamente todos los ejercitos, tengan orden de "interceptar, sin disparar" a cualquier objeto que penetre en su espacio aereo o cuando se produzca un encuentro fortuito.
Aunque se intente ocultar estos encuentros, hay testimonios procedentes de fuentes de "primera clase", sobre persecuciones entre aviones de las fuerzas aereas de distintos paises y objetos voladores no identificados...
Los encuentros :
Caso 1 :
Finalizando el año 1972, mientras el capitán Richard Bowers realizaba las maniobras de regreso a la base aérea con su interceptor F-100 Super Sabre a 43.000 pies de altura al norte de Fayetteville (Carolina del Norte) tras unos ejercicios de vuelo, la torre de control de la base le advirtió de que alguien le venía pisando los talones, sugiriendole que podía tratarse de un piloto privado. Bowers quedó sorprendido, ya que a ningún piloto de avioneta se le ocurriría volar a esa altura.
Al mirar hacia atrás, el capitán Bowers pudo ver un resplandor rojizo, entonces decidió girar su caza hacia la derecha para poder observarlo más directamente. El piloto de la USAF quedó impresionado al ver un objeto con unas dimensiones parecidas a las de su caza, sólo que era circular y despedía una extraña luz roja.
El caza trató en vano de esquivar al intruso, que parecía no tener intención alguna de despegarse de él.
Durante diecisiete minutos, el capitán R. Bowers intentó desacerse del objeto no identificado ejecutando maniobras de evasión que desde la guerra de Vietnam no había vuelto a utilizar: virajes, picados, etc... sin lograrlo. Sólo cuando el OVNI se cansó de aquel juego, este se alejó vertiginosamente.
Con sus reservas de combustible casi agotadas, el capitán Bowers pudo aterrizar en la base. Su primera acción en tierra consistió en dirigirse a la oficina del Jefe de escuadrón para comentarle que los OVNI's eran algo real, que posiblemente eran hostiles, y que la USAF debía hacer algo para garantizar la seguridad del territorio y de sus pilotos.
Tiempo después fue transferido a una base militar en el oeste de EE.UU. y más tarde dado de baja del servicio en activo. Bowers falleció en 1977, convencido de que la fuerza aérea conocía de sobra la naturaleza del objeto que le había atormentado aquella tarde en Carolina del Norte.
Caso 2 :
A finales de julio de 1975, el comandante William B. Royce realizaba un vuelo de entrenamiento con un cadete a bordo de un T-37 sobre la base de la fuerza aérea estadounidense en el desierto de Mojave, cerca de Chandler. Royce estaba centrado en enseñar al futuro piloto en cómo alinear el avión con la pista de aterrizaje, situada esta a unos ocho kilómetros de distancia, cuando súbitamente, un objeto de color anaranjado apareció de la nada y pasó al T-37.
Inmediatamente, el cadete comentó a su comandante de la falta de cortesía del otro piloto, pero Royce tomó el control del T-37 y ejecutó una rápida maniobra evasiva, advirtiendo a su estudiante de que "ese objeto no es de los nuestros".
Pasado el primer susto y a pesar de que su avión de entrenamiento carecía de armas, el comandante decidió perseguir al objeto, pensando que sería posible alcanzar al intruso sin problemas. Al situarse a cuatro mil pies de distancia de su objetivo y a una velocidad de 600 km/h, Royce y su acompañante observaron que se trataba de un objeto con forma de platillo, de color rojo-anaranjado, con una especie de hendidura que podía ser una puerta o ventanilla.
Decidido Royce a acercarse más al objeto, este ascendió rápidamente, alejándose del avión de entrenamiento.
Al regresar ambos a la base, decidieron no comentar nada de lo sucedido sobre su encuentro con el objeto en cuestión.
Tiempo más tarde, William B. Royce le comentaría al escritor R. Drake: "Sé de un piloto que consiguió volar en paralelo con un OVNI y llegó a distinguir ventanillas en él... algunos de los muchachos piensan que estos intrusos provienen del espacio exterior".
Caso 3 :
El 11 de Noviembre de 1979, el Supercaravelle de la Compañía Aérea TAE comenzó a recibir una extraña señal de socorro por el canal de emergencia, señal que procedía de un punto situado a unas 40 millas al noreste de Valencia, justo en la trayectoria de vuelo del avión.
El comandante apagó las luces del habitáculo para prestar mayor atención al exterior y fue el mecánico del avión, Francisco Javier Rodríguez quien primero pudo divisar dos extrañas luces rojas a la izquierda del avión. Aquellas potentes luces parecían haber salido de la nada y se dirigían con celeridad hacia el avión.
La tripulación consultó a Control Barcelona, para tratar de saber si aquellas luces correspondian a las de algún tráfico identificado. La respuesta recibida desde Control Barcelona fue rotunda: "Negativo, no hay ningún tráfico notificado".
Después de varias maniobras para intentar apartarse de la taryectoria del objeto no identificado, este siguió "jugando" con el Supercaravelle, obligando al comandante de la aeronave, J. Lerdo de Tejada, a realizar un aterrizaje de emergencia en el aeropuerto de Manises (Valencia).
Instantes despues, el capitán Fernando Cámara despegaba de la base aérea de Los Llanos (Albacete) a bordo de un caza Mirage F-1 del ejército español con la orden de interceptar el objeto.
Pocos minutos después, localizó "la luz" pero a pesar de volar a 1.000 kilómetros por hora, no conseguía disminuir la distancia con aquel objeto.
Al llegar a Valencia, F. Cámara solicitó acelerar hasta 1.4 Mach. Era la única forma de disminuir la distancia entre aquellas misteriosas luces y el caza de combate. Fue entonces cuando distinguió una forma tronco-cónica de la que emanaba la luz. El capitán notó interferencias.
Aquel objeto no daba señal en infrarrojos, es decir, debía de propulsarse por alguna energía desconocida.
Tras una hora y media de persecución estéril y a riesgo de no tener suficiente combustible, Cámara puso rumbo a la base sin poder acercarse a las extrañas luces.
Objetivo: ovni
Sin embargo, la teórica superioridad de los objetos no identificados no es absoluta; ha salido a la luz testimonios de pilotos que afirman haber alcanzado un objeto no identificado con su armamento:
En el mes de febrero del año 2001 un objeto rojo, ovalado y de grandes dimensiones, cuya cubierta superior se asemejaba "a las torres de un gran castillo oscuro", sobrevoló la población de Collaroy en Nueva Gales del Sur (Australia) emitiendo, según los testigos, un ruido ensordecedor "parecido al de cien motocicletas arrancando a la vez" antes de perderse en dirección al mar.
La fuerza aérea australiana informó que cuatro objetos, cuya descripción coincidía con la del objeto visto en Collaroy, habían sido detectados horas antes sobre la ciudad de Darwin, en el extremo norte del continente australiano. Esta detección por los radares de los objetos produjo la salida de cinco cazas de la RAAF con la orden de "interceptar, pero sin disparar", sólo que en esta oportunidad las reglas del juego cambiarían un poco.
Los cazas de la RAAF pudieron acercarse lo suficiente a los cuatro objetos, tanto que los pilotos llegaron a observar que estos giraban sobre sus bases al desplazarse y tenían forma semisférica, rematada con una pequeña torreta superior.
El informe de la fuerza aérea australiana exponía que uno de los cuatro intrusos llegó a volar en paralelo con uno de los cazas, avanzando a la misma velocidad antes de "saltar" sobre el avión para ocupar su retaguardia. Fue entonces cuando se produjo el momento más delicado del encuentro entre los aparatos bélicos de nuestro mundo y los extraños objetos voladores, pues uno de los cazas disparó una ráfaga de su ametralladora contra uno de los OVNI sin producirle, aparentemente, ningún daño.
La persecución OVNI continuó en dirección sur, pero los aviones de guerra se vieron obligados a desviarse hacia la base aérea Richmond para repostar combustible. Fue horas más tarde cuando los vecinos de Collaroy presenciaron la llegada del "ruidoso" objeto. ¿Se trataba de un vehículo averiado?.
Al día siguiente, los vecinos de la localidad de Collaroy, observaron como aviones de la fuerza aérea australiana sobrevolaban la zona repetidamente y a un enorme avión de carga volar, a una velocidad y altura considerablemente baja sobre la región, con sus compuertas de carga abiertas, como buscando algo.
Armas del futuro
El sargento Clifford Stone, contribuyente del destape OVNI, manifiesta no estar en absoluto sorprendido por estos relatos: "estas naves (los Ovni's) no representan una tecnología infalible, pues es creada por criaturas tan falibles como nosotros mismos".
En pleno apogeo de la carrera espacial y de la guerra fría, la cúpula militar estadounidense diseñó varios sistemas para la detección de objetos procedentes del espacio exterior, y elementos del programa de Iniciativa de Defensa Espacial (SDI) con el propósito de repeler amenazas provenientes del espacio.
El pretexto esgrimido por los EEUU en aquella época era el de "ganar a los rusos", pero en realidad no había rusos en la Luna ni en ningún otro punto del espacio, aún así, los ordenadores del Pentágono ya habían asignado símbolos para posibles emplazamientos militares en la Luna y en cualquier punto de la órbita terrestre donde fuese necesario ubicar armamento bélico.
En 1985, el Departamento de Energía de los Estados Unidos culminó con éxito su experimento de energía dirigida denominado MIRACL (Laser Quimico Avanzado Infrarrojo de Medio Rango), que destruyó exitosamente un lanzador de proyectiles balísticos.
Más tarde los EE.UU. logró detonar el explosivo de una ojiva nuclear, mediante la irradiación con un haz de protones de alta intensidad al interior de una ojiva simulada.
En abril de 1989 se probó con éxito el Láser Químico Alfa, principal candidato para un posible arma de rayos de uso espacial.
Actualmente, y bajo la supervisión del SDI se está desarrollando el Lanzador Electromagnético Thunderbolt o "cañón electromagnético", con la capacidad de disparar proyectiles a una velocidad de 15 kilómetros por segundo.
El Dr. Greer durante una ponencia sobre la militarización del espacio y los proyectos sobre sistemas antimisiles, comentó que "se nos ha informado de que el programa de la Guerra de las Galaxias (Star Wars) realmente tiene por mira encubrir el desarrollo de un sistema bélico diseñado para rastrear y destruir aparatos de procedencia extraterrestres mientras que estos se acercan a la tierra o penetran nuestra atmósfera".
Dom Abr 18, 2021 9:25 pm por L
» ¡No te vayas sin despedirte! Escribe tu impresión final sobre el sitio...
Vie Dic 25, 2020 10:55 am por Levanah
» reconociendo una nueva era
Dom Sep 06, 2020 6:28 pm por Valentine
» ocho años después...
Vie Jun 08, 2018 1:48 am por Mr: Shinigami
» telekinesis una ayuda
Miér Mar 28, 2018 12:27 pm por metamax
» suprimir los pensamientos
Miér Mar 28, 2018 11:58 am por metamax
» Investigación energía
Lun Jul 18, 2016 10:17 pm por Angelox
» Horóscopos
Mar Jul 12, 2016 12:56 am por OjosOxidados
» NO DEJEN MORIR A ALBION
Dom Jul 03, 2016 12:53 am por Lucy-Lied20