Índice
En una época como ésta de escepticismo y crisis espiritual y financiera aumenta sin cesar el número de personas que recurren a videntes, magos y nigromantes para tratar de que les resuelvan sus problemas.
-- Espiritismo, teosofía, grafología, ufología y parasicología son consideradas pseudociencias por intelectuales como el argentino Mario Bunge.
-- En el pasado siglo, el ilusionista estadounidense James Randi ofreció un premio de un millón de dólares a todo aquel que lograse demostrar científicamente un fenómeno paranormal. Hasta el momento, el premio sigue sin adjudicarse. (...)
Cada vez es mayor el número de personas que acuden a profesionales de las ciencias ocultas para tratar de que les resuelvan los problemas que les angustian.
Los médium británicos andan sumamente preocupados ante la entrada en vigor de una normativa de la Unión Europea (UE), denominada Directriz de Prácticas Comerciales Injustas y que protege al consumidor. Con esta normativa, los espiritistas tienen miedo de quedar en situación de especial vulnerabilidad ante las demandas de personas que no creen en el poder del más allá.
Según informó el periódico “The Independent”, los componentes de este colectivo, la mayoría de los cuales pertenecen a la denominada Asociación de Trabajadores Espirituales (SWA, siglas en inglés), están dispuestos a solicitar al Gobierno de Londres que mantenga una legislación británica de 1951, denominada Ley de Fraude del Médium, y suspenda la aplicación de la nueva directriz de la UE. Con la Ley de Fraude del Médium en la mano cualquier persona que decida demandar a un espiritista deben demostrar fehacientemente que éste obró en todo momento de mala fe y tuvo toda la intención de engañarle al usuario del servicios. La nueva regulación comunitaria, que entró en vigor en el Reino Unido el 26 de mayo pasado, indica en cambio que será responsabilidad del médium probar que no trató de engañar al consumidor.
La gnosis es la cripto-corriente espiritual más compleja e influyente en el mundo occidental. Se nos presenta como un conocimiento puro y despojado de argumentación, fruto de una intuición o revelación profunda que no necesita de racionalidad explicativa. Este conocimiento adquiere un poder soteriológico para aquellos que lo poseen, los “gnósticos”.
El esquema de salvación cristiano se vio alterado por la influencia y el proselitismo gnóstico, que bajo apariencia de cristianismo generó buena parte de las primeras herejías conocidas en la religión católica. Teodoto, un gnóstico valentiniano, afirmaba:
“Pero no sólo el bautismo es el que salva, sino también el conocimiento, qué éramos y qué hemos llegado a ser, de dónde éramos y en dónde hemos sido arrojados, hacia dónde nos apresuramos; de donde hemos sido redimidos, qué es la generación y qué la regeneración”.
La gnosis se transformó en un camino de iniciación espiritual comunitario que está exclusivamente destinado a unas elites: los “gnósticos, pneumáticos o espirituales.
Los gnósticos nunca aspiraron a la universalidad católica sino que se configuraron en sectas de escogidos o perfectos. Con los siglos influirían notablemente en las formas religiosas disidentes del protestantismo y trocearían el cristianismo protestante en mil pedazos, grupúsculos y sectas.
La antología que compila García Bazán se centra en las fuentes primarias de la gnosis: Simón, Basílides, Valentín y sus respectivos discípulos. Estas fuentes son bien conocidas por los especialistas y teólogos y vienen antecedidas de una pequeña pero ilustrativa introducción.
El capítulo más interesante es el dedicado a la barbelognosis. Esta es una de las variantes más antigua de la gnosis, fundamentada en el Tetragrámaton o nombre de Dios como “Dios en el cuatro”. La barbelognosis se apoyaba en enseñanzas y rituales secretos. A esta rama de la gnosis se pueden asociar las sectas ofitas o naasenos. Estos gnósticos eran adoradores de la serpiente, el Seth del Génesis, y reivindicaban una tradición ininterrumpida de conocimiento desde el comienzo de los tiempos.
El volumen primero se completa con el papiro gnóstico de Berlín y con el Códice de Bruce, que nos desvela la gnosis copta.
El según volumen se centra en la Pistis Sophia, una parte del Codex Askewianus, siguiendo la edición crítica de C. Schmidt (publicada en 1905).
La estructura de Pistis Sophia consiste en un diálogo entre Jesús, María Magdalena, María –la madre de Jesús- y varios discípulos y discípulas. En el transcurso del diálogo, el Jesús “gnóstico” revela las enseñanzas apropiadas para asociar el conocimiento a la salvación del alma.
Según las fuentes gnósticas, Jesús instruyó durante once años a estos discípulos, otorgándoles una tradición cognitiva esotérica. Ni que decir tiene, estas fabulaciones han durado hasta nuestros días y no tenía otra finalidad –ni antes ni ahora- que disolver la tradición católica iniciada por los apóstoles. Como sobre estos temas se dicen muchas tonterías, lo mejor es recurrir a las fuentes, tal y como nos la presentan estos dos volúmenes.
-- Espiritismo, teosofía, grafología, ufología y parasicología son consideradas pseudociencias por intelectuales como el argentino Mario Bunge.
-- En el pasado siglo, el ilusionista estadounidense James Randi ofreció un premio de un millón de dólares a todo aquel que lograse demostrar científicamente un fenómeno paranormal. Hasta el momento, el premio sigue sin adjudicarse. (...)
Cada vez es mayor el número de personas que acuden a profesionales de las ciencias ocultas para tratar de que les resuelvan los problemas que les angustian.
Los médium británicos andan sumamente preocupados ante la entrada en vigor de una normativa de la Unión Europea (UE), denominada Directriz de Prácticas Comerciales Injustas y que protege al consumidor. Con esta normativa, los espiritistas tienen miedo de quedar en situación de especial vulnerabilidad ante las demandas de personas que no creen en el poder del más allá.
Según informó el periódico “The Independent”, los componentes de este colectivo, la mayoría de los cuales pertenecen a la denominada Asociación de Trabajadores Espirituales (SWA, siglas en inglés), están dispuestos a solicitar al Gobierno de Londres que mantenga una legislación británica de 1951, denominada Ley de Fraude del Médium, y suspenda la aplicación de la nueva directriz de la UE. Con la Ley de Fraude del Médium en la mano cualquier persona que decida demandar a un espiritista deben demostrar fehacientemente que éste obró en todo momento de mala fe y tuvo toda la intención de engañarle al usuario del servicios. La nueva regulación comunitaria, que entró en vigor en el Reino Unido el 26 de mayo pasado, indica en cambio que será responsabilidad del médium probar que no trató de engañar al consumidor.
La gnosis es la cripto-corriente espiritual más compleja e influyente en el mundo occidental. Se nos presenta como un conocimiento puro y despojado de argumentación, fruto de una intuición o revelación profunda que no necesita de racionalidad explicativa. Este conocimiento adquiere un poder soteriológico para aquellos que lo poseen, los “gnósticos”.
El esquema de salvación cristiano se vio alterado por la influencia y el proselitismo gnóstico, que bajo apariencia de cristianismo generó buena parte de las primeras herejías conocidas en la religión católica. Teodoto, un gnóstico valentiniano, afirmaba:
“Pero no sólo el bautismo es el que salva, sino también el conocimiento, qué éramos y qué hemos llegado a ser, de dónde éramos y en dónde hemos sido arrojados, hacia dónde nos apresuramos; de donde hemos sido redimidos, qué es la generación y qué la regeneración”.
La gnosis se transformó en un camino de iniciación espiritual comunitario que está exclusivamente destinado a unas elites: los “gnósticos, pneumáticos o espirituales.
Los gnósticos nunca aspiraron a la universalidad católica sino que se configuraron en sectas de escogidos o perfectos. Con los siglos influirían notablemente en las formas religiosas disidentes del protestantismo y trocearían el cristianismo protestante en mil pedazos, grupúsculos y sectas.
La antología que compila García Bazán se centra en las fuentes primarias de la gnosis: Simón, Basílides, Valentín y sus respectivos discípulos. Estas fuentes son bien conocidas por los especialistas y teólogos y vienen antecedidas de una pequeña pero ilustrativa introducción.
El capítulo más interesante es el dedicado a la barbelognosis. Esta es una de las variantes más antigua de la gnosis, fundamentada en el Tetragrámaton o nombre de Dios como “Dios en el cuatro”. La barbelognosis se apoyaba en enseñanzas y rituales secretos. A esta rama de la gnosis se pueden asociar las sectas ofitas o naasenos. Estos gnósticos eran adoradores de la serpiente, el Seth del Génesis, y reivindicaban una tradición ininterrumpida de conocimiento desde el comienzo de los tiempos.
El volumen primero se completa con el papiro gnóstico de Berlín y con el Códice de Bruce, que nos desvela la gnosis copta.
El según volumen se centra en la Pistis Sophia, una parte del Codex Askewianus, siguiendo la edición crítica de C. Schmidt (publicada en 1905).
La estructura de Pistis Sophia consiste en un diálogo entre Jesús, María Magdalena, María –la madre de Jesús- y varios discípulos y discípulas. En el transcurso del diálogo, el Jesús “gnóstico” revela las enseñanzas apropiadas para asociar el conocimiento a la salvación del alma.
Según las fuentes gnósticas, Jesús instruyó durante once años a estos discípulos, otorgándoles una tradición cognitiva esotérica. Ni que decir tiene, estas fabulaciones han durado hasta nuestros días y no tenía otra finalidad –ni antes ni ahora- que disolver la tradición católica iniciada por los apóstoles. Como sobre estos temas se dicen muchas tonterías, lo mejor es recurrir a las fuentes, tal y como nos la presentan estos dos volúmenes.
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