¿Esta conforme con este presente, que será su futuro?

No se engañe, nada cambia sin acción que subvierta el sufrimiento. La queja, la comodidad debe dejar paso a la interrogación acerca de lo que verdaderamente se quiere.

Y si lo REAL lo ayuda, poseerá alguna “cuestión” que lo “confunda”. Cuestión en ingles se escribe question, y significa pregunta. Confundido es fundido, mezclado con.

Preguntas que no nos atrevíamos a formular, pero que sin embargo un día se presentan por si solas, y son tan contundentes que confunden ese sentido que intentábamos darle a eso que considerábamos nuestra vida. Confusión que es mezcla de deseo y conformismo. Pero el deseo hoy nos arrastra, y el conformismo represor no alcanza a reprimir esa pregunta que cuestiona a esa persona que somos y que no quiere ser “para siempre lo mismo”.

¿Deseo un ahora, mañana y siempre, igual al hoy?. ¿Cómo será eso de sentirse vivo?. ¿De que in-vivo?.

Cambios que animan, pero a los que algunas personas no se le animan. Sin embargo eso que ahora no esta, esta; y esta en tanto que falta. Aunque nada se quiera saber de eso.

El futuro es aquello realizado por lo que se hace en un presente. Sin embargo se “cree” que todavía no es el momento de poner a punto lo que se debe hacer para sentirse bien. Y se espera. Espera áspera. ¿Esperanza en que?. Si esa acción que lo liberaría de su postergación depende de ese sujeto que usted ocultamente es. Y no se anima. Y más que sujeto es un anima en pena.
Animo entonces en emprender un recorrido diferente. Recorrido nuevo, espacio a construir, donde el corazón palpite, pero palpite de veras.

Asumir una posición distinta ante lo que se quiere, ante ese futuro a construir, no será tarea fácil. Lo fácil es la resignación, la inhibición culposa.
En este presente lo querido es síntoma que impulsa a escuchar al corazón. Dejar pasar el tiempo, enviar para mas adelante lo que causa nuestro deseo es mentirse. Sin embargo, mañana a mas tardar, sobrevendrá la angustia (en algún minuto de lucidez), porque lo amado ya se perdió, y ya no se es nada en el espacio de ese Otro.

Ponerse en causa, a punto con lo que se quiere hoy, mañana y en algún futuro es la política del psicoanálisis. Y un psicoanalista actúa para que “ello” advenga.