El hombre es un ser mucho más completo de lo que generalmente se piensa. No sólo tiene un cuerpo y un alma, sino que es un espíritu que posee un alma, alma que tiene varios vehículos para su expresión; estos diversos vehículos tienen diferentes grados de densidad, siendo el cuerpo la forma más baja de expresión. Los diversos vehículos se manifiestan en planos diferentes, tales como el “plano físico”, el “plano astral”, “plano mental”, etcétera. El verdadero ego es puro espíritu —una chispa del fuego divino, pero este espíritu se encuentra aprisionado dentro de numerosas envolturas que impiden su expresión plena. A medida que el hombre avanza en su desarrollo, su conciencia pasa de los planos más bajos a los superiores, y se va dando cuenta cada vez más de su naturaleza superior. El espíritu contiene dentro de sí todas las potencialidades, y a medida que el hombre progresa va sacando a la luz nuevos poderes y nuevas cualidades. La filosofía Yoga enseña que el hombre está compuesto por siete principios —es una criatura de siete pliegues.
La mejor manera de pensar en el hombre es comprender que el espíritu es el ego real, y que los más bajos principios son apenas envoltorios limitantes. El hombre puede manifestarse en siete planos, es decir, el hombre altamente desarrollado; porque mientras que en esta etapa la mayoría de los hombres sólo puede manifestarse en los planos más bajos, pues todavía no ha alcanzado los planos superiores, no importa cuan poco desarrollado esté, posee potencialmente los siete principios. Los primeros cinco planos han sido alcanzados por muchos, el sexto por unos pocos y el séptimo prácticamente por ninguno de la especie en este momento. Los Siete Principios del hombre Los siete principios del hombre, como se conocen en la filosofía Yoga, se indican a continuación sustituyendo las palabras en sánscrito por términos castellanos:
7. El espíritu.
6. La mente espiritual.
5. El intelecto.
4. La mente instintiva.
8. Prana o fuerza vital.
2. El cuerpo astral.
1. El cuerpo físico.
Estos 7 principios están divididos en dos clases:
- Los tres principios inferiores son los más materiales y, por supuesto, los átomos que los componen son indestructibles y permanecen para siempre en innumerables formas y aspectos; pero estos principios, en lo que al ego respecta, son meramente cosas a ser usadas en relación a una determinada vida terrestre, así como el hombre usa ropa, calor, electricidad, etc., y éstos no forman parte de su naturaleza superior. - Los cuatro principios superiores constituyen la parte pensante del hombre —la parte inteligente, por así decirlo. Incluso el más bajo de los cuatro —la mente instintiva, va a constituir la parte superior del hombre.
Revisaremos brevemente la naturaleza general de cada uno de estos siete principios.
1 - El cuerpo físico
De todos los siete principios del hombre, el cuerpo físico es por supuesto el más evidente. Es el más bajo en la escala, y la manifestación más cruda del hombre, lo cual no significa que lo físico deba ser despreciado o descuidado. Por el contrario, es un principio necesarísimo para el crecimiento del hombre en su presente etapa de desarrollo —el templo del espíritu viviente— y debe cuidarse y atenderse cuidadosamente para hacerlo un instrumento más perfecto. No tenemos sino que mirar a nuestro alrededor para ver cómo los cuerpos físicos de diferentes hombres muestran los diversos grados de desarrollo que se encuentran bajo el control mental. Es deber de cada hombre desarrollado entrenar su cuerpo al grado más alto de perfección para que pueda ser utilizado ventajosamente; el cuerpo debe conservarse en buena salud y condición, y entrenarse para que obedezca las órdenes de la mente, y no para gobernarla, como es el caso con tanta frecuencia. El cuidado del cuerpo, bajo el control inteligente de la mente, es una rama importante de la filosofía Yoga conocida como “Hatha Yoga”.
2 - El cuerpo astral
Este segundo principio del hombre no es tan bien conocido como el cuerpo físico, aunque está estrechamente conectado con éste y es su exacta contraparte en apariencia. El cuerpo astral ha sido conocido por los pueblos en todas las épocas, y ha dado origen a muchas supersticiones y misterios, debidas a falta de conocimiento sobre su naturaleza. Se le ha llamado con centenares de nombres distintos asociados a su baja densidad en comparación a la representación física del cuerpo. Está compuesto de materia de una calidad más fina que la que compone nuestros cuerpos físicos, pero materia al fin.
3 – Prana o fuerza vital
Esta fuerza vital se encuentra en todas las formas de vida —desde la amiba hasta el hombre— desde la forma más elemental de vida vegetal hasta la forma más elevada de vida animal, Prana lo satura todo. Se encuentra en todo lo que tiene vida, y como enseña la filosofía ocultista que esa vida está en todas las cosas —en cada átomo— la aparente ausencia de vida en algunas cosas sería sólo un grado menor de su manifestación; podemos entender que Prana está en todas partes y en todas las cosas. Prana no es el ego, sino solamente una forma de energía utilizada por éste en su manifestación material. Cuando el ego se separa del cuerpo físico, en lo que llamamos “muerte”, Prana, al no estar ya bajo el control del ego, responde sólo a las órdenes de los átomos individuales o los grupos que han formado el cuerpo físico, y cuando éste se desintegra y retorna a sus elementos originales, cada átomo lleva consigo suficiente Prana como para permitirle formar nuevas combinaciones y el Prana sobrante se devuelve al gran almacén universal de donde proviene.
Prana está en todas las formas de materia, y aunque no es materia —es la energía o fuerza que anima la materia.
4 – La mente instintiva
Es el primer plano de función mental alcanzado en la escala evolutiva. Sus fases más bajas se sitúan en líneas donde la conciencia es apenas evidente, y se extiende desde este lugar oscuro de la escala hasta manifestar un muy alto grado de conciencia en comparación con sus etapas inferiores; de hecho, cuando empieza a solapar el quinto principio, es difícil distinguirlo de las formas más bajas de éste. Entre los hombres, vemos solapar gradualmente sobre el quinto principio, el intelecto, hasta que en las formas más elevadas del hombre actual vemos el quinto principio, el intelecto, al mando hasta cierto punto, y subordinando a él, sabia o imprudentemente, el cuarto principio. Pero, recuerden esto, incluso la forma más elevada de hombre lleva consigo el cuarto principio, la mente instintiva, y la utiliza en diversos grados, o es utilizado por ella. La mente instintiva le es sumamente útil al hombre en esta etapa de su desarrollo —de hecho, sin ella no podría existir como ser físico— y si la comprendiera podría hacer de ella su más valioso servidor.
5 – El intelecto
Los primeros cuatro principios los comparte con las formas de vida inferiores, pero cuando el quinto principio comienza a desplegarse ya él ha alcanzado un logro importante en el camino de la superación, y siente la condición humana manifestándose dentro de él. No hay ningún cambio violento o marcada transición entre la conciencia del cuarto principio al quinto. Como hemos explicado antes, estos principios se funden unos con otros, y se mezclan como los colores del espectro. A medida que el intelecto despierta, ilumina débilmente el cuarto principio, y dota de razón a la vida instintiva. La conciencia simple se matiza con la auto-conciencia. Antes de que el quinto principio despierte apropiadamente, la criatura que tiene bien desarrollados los cuatro principios, tiene pasiones pero no razón; emociones pero no intelecto; deseos pero ninguna voluntad racional.
Apunte: Para proseguir con la descripción de los 2 últimos principios del hombre, antes es necesario remarcar como en función de sus logros, el hombre avanza de un principio al otro en los antes mencionados 5 principio:
El hombre recorrió ya la etapa del Cuarto Principio (La mente intuitiva) hasta su extremo, y ha entrado a la conciencia del Quinto Principio (El Intelecto). Algunos hemos desarrollado en grado considerable la fase intelectual (aunque prácticamente no hemos conquistado sino unas pocas millas cuadradas del nuevo territorio de la mente, por lo que aún tenemos ante nosotros una gran tarea), mientras que otros parecen tener todavía la conciencia casi totalmente dentro de las fronteras de la Mente Instintiva, y tienen apenas un vislumbre de Intelecto. Esto es cierto no sólo entre las razas salvajes, sino que hay muchas, muchísimas personas llamadas “civilizadas” que no han aprendido a construir su propio pensamiento, y parecen deseosas de permitir que otros piensen por ellas, son los que siguen a ciertos líderes con el tonto hábito de la oveja.
6 – La mente espiritual
El Sexto Principio, la Mente Espiritual, ha sido considerado por algunos escritores “la Mente Supraconsciente”, término que es bastante bueno, ya que distingue entre la más baja Mente Subconsciente o Mente Instintiva, la Mente Consciente o Intelecto, y ella misma, que, fuera del reino de la conciencia humana ordinaria, es algo muy diferente a la mente más baja o Instintiva. Mientras que la existencia real de la Mente Espiritual se ha hecho manifiesta sólo a un número limitado de la especie humana, hay muchos que se están haciendo conscientes de un superior “algo-dentro-de”, que los conduce hacia pensamientos, deseos, aspiraciones, y hechos superiores y más nobles. Y hay un número aún mayor que recibe un débil vislumbre de la luz del Espíritu y, aunque ellos no lo saben, son influenciados por él en mayor o menor grado. De hecho, la raza entera recibe algunos de sus benéficos rayos, aunque en algunos casos la luz está tan debilitada por los densos obstáculos materiales que rodean al hombre, que su penumbra espiritual es semejante a la oscuridad de la noche.
Pero el hombre siempre se está desarrollando, desechando envoltorio tras envoltorio, aproximándose lentamente a su hogar.
7 – El espíritu
¿Cómo acercarnos a este asunto que incluso las mentes encarnadas más esclarecidas hoy en día apenas pueden comprender? ¿Cómo puede lo finito expresar o comprender lo infinito? El espíritu, el Séptimo Principio del hombre, es la Chispa Divina —nuestra más preciosa herencia del Poder Divino— un rayo del Sol Central –el Verdadero Ego. Las palabras no pueden expresarlo. Nuestras mentes no pueden sujetarlo. Es el alma del Alma. Para entenderlo debemos entender a Dios, pues el Espíritu es una gota del Océano Espiritual —un grano de arena en los bordes del Infinito— una partícula de la Llama Sagrada. Es ese algo dentro de nosotros que es la causa de nuestra evolución a través de todas las fatigosas edades. Fue lo primero en ser, y será lo último en alcanzar la conciencia completa. Cuando el hombre alcance una plena conciencia del Espíritu, estará tan por encima del hombre, que en la actualidad tal ser es inconcebible al Intelecto.
Confinado dentro de muchas capas de materia, ha esperado incluso por un pequeño reconocimiento a través de largas y penosas eras, y se conforma con esperar más eras hasta que llegue completamente a la conciencia.
Extraido de “CATORCE LECCIONES De Filosofía Yoga y Ocultismo Oriental Yogui Ramacharaka“ y adaptado para este sitio web.
Fuente: http://www.vidalucida.com/contenido/construccion-del-hombre.html
Dom Abr 18, 2021 9:25 pm por L
» ¡No te vayas sin despedirte! Escribe tu impresión final sobre el sitio...
Vie Dic 25, 2020 10:55 am por Levanah
» reconociendo una nueva era
Dom Sep 06, 2020 6:28 pm por Valentine
» ocho años después...
Vie Jun 08, 2018 1:48 am por Mr: Shinigami
» telekinesis una ayuda
Miér Mar 28, 2018 12:27 pm por metamax
» suprimir los pensamientos
Miér Mar 28, 2018 11:58 am por metamax
» Investigación energía
Lun Jul 18, 2016 10:17 pm por Angelox
» Horóscopos
Mar Jul 12, 2016 12:56 am por OjosOxidados
» NO DEJEN MORIR A ALBION
Dom Jul 03, 2016 12:53 am por Lucy-Lied20