Índice
Dermovisión
Hay personas que ven las cosas no sólo con los ojos,
también a través de la piel y sobre todo utilizando la yemas de los dedos.
La dermovisión es un fenómeno de clarividencia poco común pero muy interesante.
El fenómeno de la dermovisión corresponde a la cualidad que tiene un individuo a la hora de "ver" a través de su piel y no con sus ojos. La dermovisión, en la mayoría de los casos, suele poseerse en las puntas de los dedos aunque en muchas ocasiones se han dado casos de individuos que pueden ver con la piel de otras zonas del cuerpo.
El famoso criminólogo italiano Cesare Lombroso trató a finales del siglo XIX un caso de histeria provocado por una joven paciente que decía poder ver por los oidos. En el experimento, poco documentado, la joven leía frases impresas en un papel colocado al lado de sus orejas.
En 1920, el escritor galo, Jules Romains se interesó por la posibilidad de que el cuerpo humano, efectivamente, pudiera captar imágenes con otro órgano que no fueran los ojos. Basó sus estudios y argumentaciones en el hecho de que los sonámbulos podían desarrollar complicadas acciones dormidos con los ojos cerrados. Lo que descubrió el francés fue denominado visión paraóptica.
El caso más famoso de visión paraóptica es el de la rusa Rosa Kuleshova, una mujer casi ciega que podía ver con sus dedos. En los años 70 Kuleshova realizó numerosas demostraciones de lo que ella denominaba su "don" ante multitud de cientificos soviéticos. Estos la sometieron a todo tipo de pruebas para intentar descubrir el origen de esa rara habilidad. Pensaron que quizás tenía las puntas de los dedos hipersensibles, puestos que podía leer papel impreso como si se tratará de escritura Braille. Lo más insolito era que podía captar también los colores sólo con tocar una superficie. El hecho de que Kuleshoba fuera una persona mentalmente desequilibrada que padecía ataques de carácter epiléptico, contribuyó a que el caso no fuera tomado demasiado en serio por la comunidad científica. Lo que quedó claro, es que por más pruebas y trampas que le hicieron a la mujer nacida en los Urales, jamás pudieron demostrar que mentía o que se equivocaba en lo que veía. Además, el conocimiento público de las habilidades de dermovisión de Kuleshova provocó el descubrimiento de muchos casos más que hasta la fecha los sujetos guardaban en silencio por temor a ser llamados locos por sus allegados.
Los científicos soviéticos no pudieron hacer otra cosa que acuñar un nuevo término para un fenómeno que existía contra toda lógica. La habilidad de Kuleshova fue bautizada como biointroscopia, otro nombre para los que todos siguen llamando dermovisión.
Pero durante la Historia ha seguido siendo bautizado con otros nombres. Los seguidores de Mesmer acuñaron el término autoscopia en el transcurso de algunos experimentos en los que comprobaron que algunos sujetos podían ver aún estando en trance. En estos casos, algunos individuos incluso podían ver en el interior del cuerpo de otra persona sólo con tocarle con sus manos y realizar diagnósticos autoscópicos o de dermovisión que se comprobaron eran correctos a pacientes.
Los últimos casos de dermovisión nos llegan del continente asiático, concretamente de China. Se ha documentado el caso del niño Xiang Wong, de Cantón, que ha demostrado ser capaz de ver cosas a través del contacto con sus posaderas. Un grupo de científicos se desplazó hasta la ciudad china donde vivía el niño para investigar este fenómeno. Después de varios experimentos se cercionaron de que no había ningún engaño. Xiang, de 11 años y sin nigún defecto en sus ojos, era capaz de saber el objeto que tenía en contacto con la piel de su trasero. Según el propio niño, podía "verlo" de una manera extraña, no como vemos con los ojos, pero de una manera clara. Así lo confirmaron varias pruebas que se le hicieron incluso vendándole los ojos y comprobando que no tuviera espejos ocultos, en las que se le acercaron varios objetos de diferentes materiales, y siempre acertó de que objeto se trataba.
Como vemos, la punta de los dedos es el lugar más sensible habitualmente, pero desde luego puede existir otras zonas.
La explicación a la autoescopia, biointroscopia, visión paraóptica o dermovisión
Es que se trata de un fenómeno de clarividencia que se manifiesta a través de la piel, actuando ésta como catalizador de los poderes o habilidades de percepción extrasensorial que posee el sujeto.
Se han dado muchos casos como el de Kuleshova, personas ciegas o casi ciegas que desarrollan sus habilidades extrasensoriales para paliar un defecto físico. Se trata por lo general, de personas con alguna habilidad más allá de las habituales del ser humano. Como decíamos, lo más normal es que se posea esta cualidad en las puntas de los dedos. En la actualidad se siguen investigando casos sobre esta particular habilidad extrasensorial.
Fuente: http://elcamino.iespana.es/facultad/dermovision.html
Hay personas que ven las cosas no sólo con los ojos,
también a través de la piel y sobre todo utilizando la yemas de los dedos.
La dermovisión es un fenómeno de clarividencia poco común pero muy interesante.
El fenómeno de la dermovisión corresponde a la cualidad que tiene un individuo a la hora de "ver" a través de su piel y no con sus ojos. La dermovisión, en la mayoría de los casos, suele poseerse en las puntas de los dedos aunque en muchas ocasiones se han dado casos de individuos que pueden ver con la piel de otras zonas del cuerpo.
El famoso criminólogo italiano Cesare Lombroso trató a finales del siglo XIX un caso de histeria provocado por una joven paciente que decía poder ver por los oidos. En el experimento, poco documentado, la joven leía frases impresas en un papel colocado al lado de sus orejas.
En 1920, el escritor galo, Jules Romains se interesó por la posibilidad de que el cuerpo humano, efectivamente, pudiera captar imágenes con otro órgano que no fueran los ojos. Basó sus estudios y argumentaciones en el hecho de que los sonámbulos podían desarrollar complicadas acciones dormidos con los ojos cerrados. Lo que descubrió el francés fue denominado visión paraóptica.
El caso más famoso de visión paraóptica es el de la rusa Rosa Kuleshova, una mujer casi ciega que podía ver con sus dedos. En los años 70 Kuleshova realizó numerosas demostraciones de lo que ella denominaba su "don" ante multitud de cientificos soviéticos. Estos la sometieron a todo tipo de pruebas para intentar descubrir el origen de esa rara habilidad. Pensaron que quizás tenía las puntas de los dedos hipersensibles, puestos que podía leer papel impreso como si se tratará de escritura Braille. Lo más insolito era que podía captar también los colores sólo con tocar una superficie. El hecho de que Kuleshoba fuera una persona mentalmente desequilibrada que padecía ataques de carácter epiléptico, contribuyó a que el caso no fuera tomado demasiado en serio por la comunidad científica. Lo que quedó claro, es que por más pruebas y trampas que le hicieron a la mujer nacida en los Urales, jamás pudieron demostrar que mentía o que se equivocaba en lo que veía. Además, el conocimiento público de las habilidades de dermovisión de Kuleshova provocó el descubrimiento de muchos casos más que hasta la fecha los sujetos guardaban en silencio por temor a ser llamados locos por sus allegados.
Los científicos soviéticos no pudieron hacer otra cosa que acuñar un nuevo término para un fenómeno que existía contra toda lógica. La habilidad de Kuleshova fue bautizada como biointroscopia, otro nombre para los que todos siguen llamando dermovisión.
Pero durante la Historia ha seguido siendo bautizado con otros nombres. Los seguidores de Mesmer acuñaron el término autoscopia en el transcurso de algunos experimentos en los que comprobaron que algunos sujetos podían ver aún estando en trance. En estos casos, algunos individuos incluso podían ver en el interior del cuerpo de otra persona sólo con tocarle con sus manos y realizar diagnósticos autoscópicos o de dermovisión que se comprobaron eran correctos a pacientes.
Los últimos casos de dermovisión nos llegan del continente asiático, concretamente de China. Se ha documentado el caso del niño Xiang Wong, de Cantón, que ha demostrado ser capaz de ver cosas a través del contacto con sus posaderas. Un grupo de científicos se desplazó hasta la ciudad china donde vivía el niño para investigar este fenómeno. Después de varios experimentos se cercionaron de que no había ningún engaño. Xiang, de 11 años y sin nigún defecto en sus ojos, era capaz de saber el objeto que tenía en contacto con la piel de su trasero. Según el propio niño, podía "verlo" de una manera extraña, no como vemos con los ojos, pero de una manera clara. Así lo confirmaron varias pruebas que se le hicieron incluso vendándole los ojos y comprobando que no tuviera espejos ocultos, en las que se le acercaron varios objetos de diferentes materiales, y siempre acertó de que objeto se trataba.
Como vemos, la punta de los dedos es el lugar más sensible habitualmente, pero desde luego puede existir otras zonas.
La explicación a la autoescopia, biointroscopia, visión paraóptica o dermovisión
Es que se trata de un fenómeno de clarividencia que se manifiesta a través de la piel, actuando ésta como catalizador de los poderes o habilidades de percepción extrasensorial que posee el sujeto.
Se han dado muchos casos como el de Kuleshova, personas ciegas o casi ciegas que desarrollan sus habilidades extrasensoriales para paliar un defecto físico. Se trata por lo general, de personas con alguna habilidad más allá de las habituales del ser humano. Como decíamos, lo más normal es que se posea esta cualidad en las puntas de los dedos. En la actualidad se siguen investigando casos sobre esta particular habilidad extrasensorial.
Fuente: http://elcamino.iespana.es/facultad/dermovision.html
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