Edgar Cayce

Edgar Evans Cayce (Hopkinsville, Kentucky, 18 de marzo de 1877 - Virginia Beach, 3 de enero de 1945). Psíquico/Vidente estadounidense.


Psíquico americano Edgar Cayce, 1910Egdar Cayce fue uno de los psíquicos más notables de Estados Unidos, ya que se supone que poseía facultades de clarividencia y percepción extrasensorial, aunque nunca fueron demostradas con rigor científico . Entraba en estado de trance hipnótico durante sus llamadas «lecturas» (Readings) y respondía a las preguntas de un individuo. Estas lecturas mencionaban, al principio, la salud física del individuo. Fue un gran investigador de la reencarnación por medio de regresiones a vidas pasadas. Mucha gente lo visitaba para buscar ayuda a sus males y dolencias. El ARE (Asociación para Investigación y Aclaración) actualmente conserva todas las lecturas.

Cayce consideraba más importante su dedicación al trabajo social (la gran mayoría de sus "lecturas" se hizo para personas que estaban enfermas) o la teología cristiana (Cayce fue toda su vida un miembro de la iglesia protestante «Discípulos del Cristo») [cita requerida]. Se ganaba la vida con su trabajo fotográfico, pero recibía también modestas donaciones que lo ayudaban, ya que no cobraba nada por sus tratamientos y consultas. Sus procedimientos eran múltiples: medicinas, masajes, hidroterapia, ejercicios, hierbas y remedios naturales. Veía las causas de la enfermedad que, a veces, se remotaba a reencarnaciones distantes y enseñaba cómo disolver los karmas pendientes.

Según el escritor francés Louis Pauwels, que narra la historia de este personaje en su libro "Le Matin des Magiciens" (El retorno de los brujos) (1960, libraire Gallimard), Cayce era un hombre muy sencillo, sin apenas formación cultural, que cuando dormía era capaz de recetar la solución médica de cualquier enfermedad, desde que a la edad de cinco años cayera en coma a causa de un pelotazo del que parecía que no sobreviviría, víctima de una enfermedad incurable que no quiso revelar a nadie.




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En Europa

Profetizó que Europa cambiaría ràpidamente. Según él, Italia y Grecia se encontraban en peligro, pues previó el despertar de uno o ambos volcanes, Vesubio o Etna.

“los que teman los terremotos, harán bien en instalarse en Irlanda, pues de todos los países del mundo, es éste el que padecerá menos: por mil sacudidas padecidas en Inglaterra, sólo habrá cuarenta y tres en Irlanda."

También sobre Europa, vio el fin del régimen nazi y comunista.

"En Rusia ve que se acaba el comunismo y prevé libertad".

“A través de Rusia, viene la esperanza del mundo. No por relación con el comunismo, no, sino la libertad…. ¡la libertad! Cada hombre vivirá para su amigo. Y este principio saldrá de Rusia. Claro que esto tardará años en hacerse realidad. Sin embargo, de Rusia surgirá la esperanza del mundo.”

“Ya que, esos regímenes que desean reglamentar no sólo la vida económica de la gente, sino su vida mental y espiritual, no pueden durar largo tiempo.”

En Japón

En 1934, Cayce predijo que la mayor parte del Japón se deslizaría hacia el mar y el geólogo japonés, Nobichico Obara, afirma que el archipiélago se hunde continuamente en el mar, a razón de dos a tres centímetros por año.

Los negros de Norteamérica

Cayce tuvo una visión de la lucha racial en Norteamérica, lucha que se convertiría en guerra civil, y efectuó una predicción que todavía no se ha cumplido.
“Cuando un gran número de islas y tierras caerán bajo el yugo de los que no temen ni al hombre ni al diablo, y que proclaman que el poder es el derecho, entonces correrá la sangre como en las épocas en que se veía al hermano contra el hermano”.

En el 2100

En una de sus clarividencias, Cayce “se vio” hacia 2100 en Nebraska.
“El mar cubre aparentemente toda la parte oeste de la comarca, y la ciudad donde yo vivía estaba en la costa”.

Se vio viajando en un gran avión de metal, en forma de cigarro que alcanzaba grandes velocidades. Cayce se detuvo en una ciudad totalmente destruida y preguntó dónde estaba.

- en Nueva York- le contestaron, mirándole asombrados. Entonces vio numerosas canteras y vio que reconstruían la ciudad. Vió que el agua cubría gran parte de Alabama y que Norfolk y Virginia eran inmensos puertos de mar. Las industrias se hallaban diseminadas en vez de estar centralizadas en las ciudades y muchas casas eran de cristal.
“Es posible, dijo, que estas ciudades queden un día sumergidas en el océano”.
Jamás habló de destrucción nuclear, a pesar de que aseguraba que el hombre podía destruirse a sí mismo, como ya había hecho en la Atlántida.

El Hambre

“El que pueda adquirir una granja tiene suerte; cómprala si no quieres conocer el hambre en el futuro”<

El hambre profetizada por las Sagradas Escrituras, también fueron predichas por numerosos profetas anteriormente, pero Edgar también lo afirma para Norte América.
Lo achaca al incremento desmesurado de la población y la falta de terrenos cultivables y por lo tanto la necesidad de construcción masiva que se avecinará, todo esto es lo que hará que el mundo entre en guerras por enfrentamientos debidos a las necesidades que harán que hayan millones de muertes en todo el mundo.



La Atlántida

Séneca escribió hacia 374-379, llegará un tiempo, en los siglos futuros, en que el mar soltará las cadenas que cierran su paso; ante nosotros se extenderá un vasto territorio, y el mar dejará ver nuevos mundo países desconocidos, el último de los cuales no será Thule.

Es ésta una profecía a largo plazo, e ignoramos si Cayce la conocía, cosa poco probable, pero en junio de 1940, predijo que la isla de Poseidón se contaría entre las primeras zonas de la Atlántida que volvería a surgir de entre las olas del mar Caribe; incluso precisó que este movimiento podría iniciarse a partir de 1969, o en los años siguientes, pero mucho después de esa época. También afirmó que todas las tierras que deben emerger no lo harán a la vez, sino progresiva y lentamente.

Pero Cayce habló más sobre la Atlántida, en una sesión, describió una tumba llena de archivos, situada en una pequeña pirámide, que contenía recuerdos inestimables sobre el antiguo Egipto y la Atlántida. Declaró que esta pirámide se halla bajo la arena, cerca de una de las patas de la Esfinge, y que se descubriría en 1978. Lo que evidentemente no se ha cumplido, que sepamos.



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Psicovidente norteamericano famoso por sus interpretaciones en estado de trance, en las cuales diagnosticaba enfermedades y recetaba remedios. Llamado "el profeta durmiente", Edgar Cayce practicó la curación a distancia durante cuarenta y tres años, ayudando a sanar personas por todo el mundo. Nunca pasó de la escuela primaria ni tampoco estudió medicina, pero desde el estado de trance en que caía, podía recetar medicinas e indicar tratamientos que según se ha dicho, resultaron ser acertados en más de un 90 % de los casos.

Cayce nació el 18 de marzo de 1877, en Hopkinsville, Kentucky. Sus poderes psíquicos se hicieron evidentes desde una temprana edad, incluyendo la capacidad de poder ver seres no físicos (que fueron los compañeros de su niñez) y el aura de las demás personas.




Sus poderes curativos salieron a relucir en 1898, cuando tenía veintiún años y se encontraba trabajando como vendedor. Sufría de una persistente ronquera, irritación en la garganta y laringitis intermitente, que resistían los tratamientos médicos y lo forzaron a dejar su trabajo. Como último recurso, buscó la ayuda de un hipnotista, que le proporcionó un alivio temporal. Entonces fue hipnotizado por A1 Layne, quien le pidió que describiera ‑mientras se encontraba en estado de trance‑ la causa de su dolencia y una cura para la misma. Así lo hizo, y al final de la sesión había recuperado la voz. Layne le sugirió que diagnosticara otros casos del mismo modo. Cayce tenía sus dudas, pero aceptó tratar de hacerlo. Comenzó a realizar diagnósticos el 31 de marzo de 1901.

El 17 de junio de 1903, se casó con Gertrude Evans. Tuvieron dos hijos, Edgar Evans y Hugh Lynn.

El éxito de Cayce con sus diagnósticos fue tan grande que miles de personas comenzaron a buscar su ayuda. Aunque no sabía nada de medicina, podía diagnosticar con precisión las condiciones de las dolencias y recetar remedios. Podía diagnosticar el estado de cualquier persona, en cualquier parte del mundo ‑sólo necesitaba su nombre y su dirección. Cayce poseía la facultad de ponerse en un estado autoinducido de trance hipnótico, durante el cual le daba a la persona una "interpretación" de su condición o estado físico. Los tratamientos indicados por Cayce incluían aspectos de fisiología, biología, química y anatomía. Su capacidad para nombrar las partes del cuerpo humano asombró a los médicos.

En 1911 hizo su primera referencia en una lectura al karma como causa de dolencias físicas, y de ahí en adelante, muchas de sus lecturas se refirieron al karma. Atribuyó varias dolencias a ciertas acciones o pasiones dañinas en vidas pasadas. En sus interpretaciones, a veces hablaba de las fabulosas civilizaciones de Lemuria y Atlántida, y de cómo los habitantes de ésta habían abusado de su poder tecnológico. Ver Atlántida; Lemuria. Cayce llegó a creer en la reencarnación. De acuerdo con la información dada en sus interpretaciones, algunas de sus vidas pasadas incluían una como uno de los primeros seres celestiales que vinieron a la Tierra antes de Adán y Eva; una como habitante de la Atlántida; otra como Ra‑Ta, un sumo sacerdote de Egipto 10.600 años atrás; como gobernante persa; como un guerrero troyano; como Lucio de Cirene, mencionado en el Nuevo Testamento como un discípulo menor de jesús; y varias otras vidas. Cayce creía que había adquirido su conocimiento científico en una vida anterior, en la que había sido un químico en la Troya griega. Si bien las interpretaciones de Cayce fueron rechazadas por la comunidad médica en su conjunto debido a la falta de adiestramiento médico formal de éste, cientos de médicos lo apoyaron en su trabajo. Durante el curso de su vida, ofreció aproximadamente unas 30.000 lecturas que aún continúan siendo estudiadas y analizadas.

Cayce y su familia se trasladaron a Virginia Beach, Virginia, donde en 1928 estableció las bases de lo que luego fuera la Association for Research and Enlightment, fundada en 1931. Trabajó tranquilamente durante la década de 1930, dando un promedio de dos lecturas diarias. Tenía sueños vívidos, que parecían contener información profética y de vidas pasadas. Profetizó el segundo advenimiento de Cristo para 1998, acompañado por cataclismos que cambiarían la tierra.

En 1943 fue publicada la biografía de Cayce, There Is a River, escrita por Thomas Sugrue, la cual hizo que aumentaran notablemente las peticiones de ayuda a aquél. En respuesta a estas peticiones, Cayce aumentó sus diagnósticos hasta cuatro y seis por día, ofreciendo 1.385 entre junio de 1943 y junio de 1944. Aun llevando ese paso, su correspondencia se encontraba atrasada tres o cuatro años. En agosto de 1944, Cayce cayó en un estado de postración al encontrarse exhausto. Sus propias lecturas le habían advertido que si intentaba hacer más de dos diagnósticos diarios su salud se resentiría, pero Cayce sentía demasiada compasión por los sufrimientos de los demás para aminorar su volumen de trabajo. Después de dicha postración, se dirigió a las montañas situadas cerca de Roanoke, Virginia, para recuperarse, y regresó a su casa en noviembre de 1944. El primero de enero de 1945, les dijo a sus amigos que estaría "curado" el día 5 de enero y éstos tomaron sus palabras como el anuncio de su muerte. Falleció tranquilamente el 3 de enero de 1945, a la edad de sesenta y siete años. Su esposa Gertrude murió el siguiente primero de abril.


Métodos y filosofía

Cuando Cayce daba una lectura o diagnóstico, sencillamente se acostaba y descansaba; su mente objetiva se volvía inactiva y su inconsciente se apoderaba de él. Creía que cada célula corporal tenía una conciencia propia, y durante una interpretación, poseía la capacidad de ver todas las glándulas, órganos, vasos sanguíneos, nervios y tejidos en el interior del cuerpo humano. Las células se comunicaban con su inconsciente y le decían lo que las afligía.

Sus diagnósticos se fundamentaban en una variedad de factores causantes. Los padecimientos glandulares podían causar muchos problemas, así como también las contusiones, golpes y magulladuras sufridas durante la niñez, que producían lesiones que luego originaban perturbaciones. Las condiciones kármicas (de la herencia espiritual) también podían predisponer al cuerpo a ciertas debilidades.

Cayce consideraba que el cuerpo humano era una red o cadena de órganos y tejidos conectados entre sí; cuando una de las partes funcionaba mal, toda la cadena sufría perturbaciones. Estas se debían a que el cuerpo no asimilaba adecuadamente lo que necesitaba para mantener su equilibrio natural.

La curación podía llevarse a cabo sólo a través de medios naturales, para restablecer así el equilibrio natural. Los tratamientos prescritos por Cayce eran una combinación singular y única de osteopatía, quiropraxia, procedimientos eléctricos, vibraciones, masajes, baños terapéuticos, manipulaciones, alimentos y dietas, compuestos medicinales, drogas, productos herbales, tónicos, ejercicios y otros medios curativos. La mayor parte de los tratamientos se hacía para que fueran aplicados mediante la guía profesional de un médico en ejercicio.

La diferencia principal entre los tratamientos sugeridos por Cayce y los de la profesión médica era que Cayce buscaba sanar todo el cuerpo tratando las causas en vez de tratar los síntomas de los problemas.

Sin embargo, el paciente individual desempeñaba un papel principal en la curación, porque primero era necesario tener fe en la capacidad de un poder superior con facultades curativas. Cayce creía que como cristiano, Dios le había dado el poder de curar como un don para que pudiera ayudar a los demás. Pero no era él, Cayce, quien producía un cambio en el padecimiento del individuo; el paciente tenía que usar sus propias actitudes positivas para influir en los resultados. Dicho paciente tenía que observar los diagnósticos con esperanza en vez de considerarlos como extravagancias o recursos desesperados. E1 diagnóstico tenía que ser un acontecimiento espiritual, con resultados no sólo físicos sino mentales y espirituales. A Cayce le gustaba afirmar que " la mente es la constructora".

Asimismo, había que tener una actitud correcta para seguir con éxito los procedimientos de tratamiento. El cuerpo humano, con su funcionamiento químico delicado y sus impulsos nerviosos, reaccionaba ante los mandatos de la mente, y lo que la mente escogía y tenía presente hacía que el cuerpo reaccionara con rapidez o con lentitud a los impulsos psíquicos.

Cayce creía que todos tenían una capacidad psíquica natural y que los fenómenos como los sueños y los presentimientos eran expresiones de dicha capacidad. Decía que la capacidad psíquica no era más que una extensión de la fe y el amor, y que la percepción psíquica y la psicokinesis (PK) eran formas más elevadas de creatividad. Todo tiene sus campos de patrones complejos de vibraciones. Cuando los campos de la psique o mente humana se ponen en acción dentro de un campo dado, se produce la percepción psíquica o PK.

Cayce expresó que si la mente y la voluntad se dirigen hacia una creatividad compartida, entonces se extraerán recursos del alma para propiciar los impulsos psíquicos beneficiosos necesarios en esas tareas. Una persona que sea pura de corazón y que posea un firme amor hacia los demás, siempre tendrá un abastecimiento disponible y efectivo de energía psíquica.